Guru Huky
Varios son los factores que han llevado a España a una crisis económica de las que serán recordadas y de la que por desgracia aún nos queda mucho por depurar antes que las cosas se empiecen a estabilizar.
Entre los factores, sin duda destaca la burbuja inmobiliaria que vivimos en nuestro país.
Años de locura especulativa entorno al ladrillo, años de vinos y rosas que crearon un boom inmobiliario sin precedentes y que muchos en nuestro país vivieron cómo si fuera la cosa más natural del mundo (imagino que los holandeses también vivieron con la misma normalidad la fiebre especulativa de los bulbos de tulipán hace algunos siglos) y muchos aún siguen pensando que en cuando a precios de la vivienda vendrán tiempos mejores.
Quizás, y aunque ahora a nosotros ya nos sirva de poco, este gráfico que os adjuntamos elaborado por Goldman Sachs, pueda ayudar a alguien que aún este despistado a poner la burbuja inmobiliaria Española en su contexto.
Básicamente en las últimas décadas hemos tenido cuatro super burbujas inmobiliarias y sus correspondientes estallidos. La de Japón a principios de los 90, la subprime en EEUU, la reciente en el Reino Unido y obviamente la española.
Pues bien en ninguna de las otras tres super burbujas, el porcentaje de inversión en inmobiliario sobre el PIB alcanzó los porcentajes a los que llegó en España en donde superó el9% del PIB.
¿Que significa esto? Pues que ni en Japón, ni en EEUU, ni en el Reino Unido, lo inmobiliario tenía el peso en la economía que ha tenido en España, por lo que en principio su rutas alternativas para salir de la crisis económica estaba bastante más diversificadas que en nuestra economía.
La realidad es que en España, durante casi una década, el grueso de la inversión se destino a poner un ladrillo sobre otro ladrillo, hipotecando nuestros ahorros y endeudándonos en una inversión que una vez puestos los ladrillos no es que sea especialmente productiva ni crea muchos puestos de trabajo.
Resultado, durante la burbuja inmobiliaria española teníamos dos tipos de ciudadanos. Los que tenían una vivienda en propiedad, heredada o comprada hacía bastantes años, y los que tenían que acceder al mercado inmobiliario por primera vez, estos últimos eran los nuevos pobres, porque o bien no podían acceder a comprarse un bien básico cómo es la vivienda o el esfuerzo que implicaba con hipotecas a 30 años era simplemente inasumibe a largo plazo.
Ahora, la cosa ha cambiado un poco y tenemos dos tipos de ciudadanos, los que tienen un trabajo con un sueldo aceptable y están libres de deudas y los que casi 5 millones que están en el paro.
Por cierto, atención en el gráfico a la evolución que está teniendo la inversión inmobiliaria sobre el PIB en China que empieza a tener cierto paralelismo con España. Burbuja inmobiliaria China a la vista.
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