Santiago Niño Becerra, Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, es de esas personas que se deberían decir a sí mismas "odio tener razón". Y no porque su ego esté en lo más alto sino porque, si así hubiera sido, el mundo no habría tenido que asistir atónito a una crisis financiera de la magnitud de la que vivió en 2008, ni España se encontraría al borde del abismo en estos momentos.
Pero Niño Becerra tenía razón. Sus presagios se han ido cumpliendo uno a uno y a quienes le calificaron en enero de 2010 de antipatriota, por defender que después de Grecia iban a ir España y Portugal y que lo peor estaba aún por llegar, deberían recordar que el tiempo y la hemeroteca pone a todo el mundo en su sitio. Ahora, "el profeta de la crisis", como se le conoce ya, adelanta el siguiente paso: ha llegado el momento de una intervención abierta, en tanto que "las cosas están mucho peor de lo que se está contando" y "España tendrá que pedir permiso hasta para ir al baño".
Esta semana España ha tenido que pagar un 6,7% para lograr colocar su deuda a largo plazo… ¿estamos en el principio del fin?
En el momento en el que nos encontramos la pregunta es doble: hasta dónde nos van a dejar llegar y hasta dónde somos capaces de aguantar.
El tema básico es dónde estamos. Para mí es muy preocupante que por los parlamentos holandés y finlandés estén corriendo textos que afectan a España y que en España no se hayan conocido, porque entiendo que el Gobierno ha dado un paso que ningún gobierno de una democracia debe sobrepasar y es el de ocultar datos a la población.
Si la economía española tuviese un volumen semejante a la que tiene Irlanda, Grecia o Portugal seguro que se hubiese producido un rescate con una intervención abierta, plena, completa, como se produjo en estos países.
¿Y la ayuda de hasta 100.000 millones que ha puesto Bruselas sobre la mesa?
Un dato muy curioso es esto que se ha sabido de que España podrá utilizar estos hasta 100.000 millones para muchas cosas, no sólo para rescatar a la banca, sino como fondo de reptiles y cosas rarísimas…. Esto suena a como si estos 100.000 millones fuesen los primeros. Las necesidades de la banca española van a superar incluso esta cifra. Incluso también es relevante que se haya filtrado que, si sumamos el fondo de rescate actual y el del futuro, daría para rescatar a España. Es como si de alguna manera se estuviese preparando el terreno para algo más gordo.
Alemania siempre ha defendido un rescate en el sentido amplio de la palabra que le permitiría intervenir completamente el país…
En el mismo instante que para darte un céntimo te ponen un papel delante, te hacen firmar y te obligan a una serie de cosas, la intervención ya se ha producido. Cuando el Banco Central Europeo tenga la potestad de supervisar lo que quiera, a quien quiera y cuando quiera, los bancos centrales de los países ya se pueden ir de vacaciones porque no van a tener ningún tipo de sentido.
España está en una situación gravísima. El señor Montoro será lo que sea, pero es todo menos tonto. Estoy convencido de que lo que dijo ayer sobre las nóminas no se le escapó en absoluto. Fue una frase muy calculada, con unas consecuencias tremendas y que demuestra la situación realmente es muy grave. España está realmente muy mal. Mucho peor de lo que se está contando.
¿El Gobierno, antes de medidas que castigan al consumo, debería haber recortado más el gasto de la administración como ha hecho Hollande en Francia?
El problema de España no es tanto de gastos, sino de ingresos. Claro que siempre se puede recortar a base de organizar mejor. Pero sin sobrepasar líneas rojas ni entrar en temas realmente conflictivos, España poco más puede recortar ya sin renunciar a una serie de cosas. Me gustaría ver cómo salen y de dónde salen esos 22.000 millones que se van a recaudar por IVA.
A más impuestos menos consumo… es de manual ¿no?
El Gobierno puede decidir lo que quiera, lo realmente sorprendente es que los que están por encima en la zona euro, como es la Comisión Europea, se lo crean. Si dicen una burrada y se lo aceptan, una de dos: o es porque la cosa está mega mal y están en el punto de "di lo que quieras que luego ya saldrá lo que sea"; o bien piensan "como no puedes decir otra cosa, me creo entre comillas lo que dices".
Se está hablando de un rescate después de verano, España se enfrenta en octubre a unos vencimientos de deuda descomunales…
El problema –‘el, con mayúscula- es la deuda. España no puede pagar lo que debe. Familias, bancos, Estado, ayuntamientos… La única vía que tiene España es hacer una compensación de deuda con quita incluida. No hay otra salida.
Como llegan estos vencimientos tan monstruosos de deuda, la situación se ha degradado muchísimo más y ahora conoceremos las auditorías de la banca, tal vez ha llegado el momento de una intervención mucho más abierta.
¿Hasta qué punto se puede permitir Europa una quiebra de España?
Una quiebra es: ‘no puedo pagar, no pago y vamos a malvender lo que tienes para recuperar lo posible’. Una quita es: ‘no te puedo pagar, pues vamos a ver lo que puedes pagar y lo otro lo olvidamos’. Yo voy por esta segunda vía. Quebrar significa romper la baraja y a nadie le interesa que la baraja se rompa porque entonces se va todo al cuerno.
Si no quebró Portugal, que estaba de desguace, mucho menos interesa que quiebre España porque inmediatamente viene Italia. Pero España se va a quedar convertida en una economía que va a tener que pedir permiso hasta para ir al baño. Va a ser muy triste.
Y la ruptura del euro como solución a esta situación…
No, no, no. ¿A quién le interesa que el euro desaparezca? Lo que sí es necesario que haya una unión bancaria, una unión fiscal... y entonces que cada uno se ponga en el euro en el lugar que le corresponde. Lo que fue absurdo es lo que pasó entre 2001 y 2006, cuando el riesgo de Grecia, España y Alemania era idéntico.
¿Caminamos a una década perdida como la de Japón?
No es lo mismo. Japón tuvo un problema muy concreto. La deuda japonesa es una cosa muy propia. Se estima que tiene una deuda del 280% pero la tienen toda ellos. Japón está avanzando enormemente dentro de su propia realidad y lo más importante es que Japón tuvo ese problema en los años 90 cuando el mundo no estaba en crisis.
Esta situación es distinta. Es una crisis sistémica, semejante a la Gran Depresión y la evolución de esta situación va a ser la aparición de un nuevo modelo de funcionamiento y productivo, no solo para España, sino en general. Más que década perdida va a ser una crisis de diez años.
¿Cómo va a ser el nuevo modelo?
En febrero hubo una noticia que pasó muy desapercibida: 25 de los 27 países de la Unión Europea firman un papel en el que se comprometen en 2020 a llegar a un déficit estructural del 0,5%. Esto ya es el nuevo modelo. Empezar a hablar de unión bancaria, fiscal, que una cosa que se llama BCE va a poder llegar a cualquier banco y decirle ‘ven para aquí y dame estos datos’, esto ya es el nuevo modelo. Esto no es una década perdida, esto es otra cosa.
¿Y se puede llegar a un corralito como apuntan desde algunos frentes internacionales?
Un corralito tal y como se produjo en Argentina es imposible porque en la economía de Argentina había dos monedas, cosa que en España no sucede. Y tampoco corralón, como cuando se produjo la pesificación de todo el sistema. Si lo que decimos es que pueden producirse, durante un periodo de tiempo, limitaciones en el uso, cantidad y forma de los depósitos mientras se hace una transición dentro de este proceso de recapitalización de la banca, entonces yo creo que si es posible.
Ahora bien, siempre y cuando de una forma diáfana se garantice que los depósitos son absolutamente seguros. Lo que ha que evitar a toda costa es que vuelva a producirse lo que ocurrió con Northern Rock en Inglaterra, es decir, colas en las puertas de los bancos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada