dissabte, 29 d’octubre del 2011

Es el ladrillo, no Grecia

Ignacio Escolar @ 6:06 am

Zapatero promete que no hará falta más dinero público para la banca española. Probablemente sea así en esta ronda: Merkel y Sarkozy han hecho un traje a la medida de sus bancos para que salgan más guapos en la foto del impago griego. Pero el verdadero agujero al que temer en España no está en la deuda pública, sino en la burbuja inmobiliaria. Entre todos los bancos españoles suman 800 millones de euros en bonos griegos. El ladrillazo que pende sobre la cabeza del sector financiero español mide 330.000 millones. Por comparar: toda la deuda pública griega es de 340.000 millones.

Cuando haya que tapar ese inmenso agujero, ¿qué nos dirá el gobernador del Banco de España? ¿Pedirá Fernández Ordóñez otra reforma laboral o un nuevo recorte de las pensiones? ¿Propondrá que Benzemá sea titular en el Madrid o por fin hablará de lo suyo? La mayor contradicción de esta crisis está en esas recetas atendidas. Mientras el principal problema estaba en el ladrillo, en la banca y en el parón del crédito, las reformas más urgentes (fallidas, además) han sido para los trabajadores más precarios, para los funcionarios y para los pensionistas.

¿Cómo es posible, además, que ese mismo sector financiero enfermo, rescatado con dinero público, no haya dejado de repartir beneficios? Novacaixagalicia declaró haber ganado 146 millones en 2010. La Caja del Mediterráneo se apuntó en el último ejercicio 244 millones de beneficios. Unos meses después, ambas cajas fueron intervenidas. ¿Asumirán alguna responsabilidad los políticos que nombraron a los consejeros que firmaron esos balances amañados? ¿Lo hará el supervisor que dio su visto bueno desde el Banco de España?

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