Una pancarta vista en las manifestaciones contra los recortes educativos: “Recuerda Londres: un profesor menos hoy son cuatro policías más en el futuro”. Por eso es tan importante defender la educación pública y gratuita; no sólo depende de ella el progreso económico, también la igualdad de oportunidades y la cohesión social. No se construye una educación mejor con barracones de campo de concentración a modo de colegios, con clases masificadas y con insultos a esos mismos profesores a los que se quería dar una tarima para “reforzar su autoridad”, como decía esa misma Esperanza Aguirre que ahora los retrata como unos holgazanes que no quieren trabajar dos horas más a la semana. Un par de dudas: ¿todos esos tertulianos que conscientemente confunden jornada laboral con horario lectivo trabajan sólo el ratito que salen en la tele o se preparan antes sus intervenciones? ¿Todos esos políticos que manipulan ese dato consideran que su trabajo es sólo el tiempo que están sentados en el escaño?
Al PP la estrategia le ha salido rana. Quisieron convertir a los profesores en los nuevos controladores aéreos, pero se han encontrado en la calle con una protesta que no se esperaban; hasta los maestros de derechas están indignados. Aguirre quiere ahorrarse 80 millones de euros despidiendo a profesores interinos, pero ha aprobado subvenciones fiscales de 90 millones de euros para la escuela privada. También sobra dinero para la propaganda (620 millones de euros en publicidad institucional del Gobierno de Aguirre desde 2008) o para rechazar Patrimonio (500 millones anuales en Madrid), pero hay que empezar a cuestionarse la enseñanza gratuita. Como siempre, es una cuestión de prioridades.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada